Hoy quiero analizar una palabra que para mí tiene mucho significado “compartir” y la aplico a este don que he recibido del Señor: Escribir. El Señor es quien pone en mi pensamiento el tema a desarrollar, pero lo que me causa mayor satisfacción es compartirlo, y que sea de bendición a otros. Es como compartir un alimento y lo es, pero espiritual. No escribo cuando quiero, si no cuando el Espíritu Santo me dirige. Lo importante no es la cantidad, pues Jesús con poco hace maravillas, así como tomó los cinco panes y los dos peces de aquel niño en el desierto (Juan 6: 1-13) y alimentó una gran multitud que tenía hambre. Hoy también hay hambre de La Palabra De Dios y Dios la está sirviendo en el desierto de nuestra vida. No miremos la cantidad, hoy mismo esta porción no te parezca poco, de seguro será suficiente para alimentar a todos los que la deseen. Comparte lo que recibes sea mucho o sea poco, en las manos del Señor Jesús será suficiente.