Marcos 1:3-6
“Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas.”
Por lo que nos revela esta palabra, no tengo duda que Dios comienza a tratar con nosotros desde el desierto, porque El sabe con lo que nos vamos a encontrar afuera y lo que necesitamos saber para enfrentar esa nueva encomienda que se nos ha dado. Juan fue el que tuvo esa encomienda sobre Jesus y la cumplió fielmente. Dios lo había profetizado en Isaías 40:3, la misión de JESUS, era ser el Hijo del Hombre y la nuestra es llamados a ser Hijos de Dios, cada una tiene sus cambios y también su negación. Juan lleno del Espíritu Santo le preparó el camino a JESUS, conforme a la palabra de Dios y salió del desierto para cumplirla. Así nos permitió a nosotros poder salir de nuestro desierto, para que como hijos( as) de Dios, hacer lo que nos corresponde para cumplir nuestro llamado. Juan preparó el camino a JESUS y el Espíritu Santo nos prepara el nuestro, y así se va cumpliendo y formando ese único cuerpo espiritual llamada Iglesia, cuyo único fundamento es Cristo Jesús, Señor Nuestro. Respondamos al llamado que nos está haciendo Dios, escuchemos la voz del Espíritu Santo y salgamos sin miedo fuera del desierto a ser parte de ese cuerpo espiritual que es la Iglesia del Señor, que trae las buenas noticias de salvación y vida eterna. Es un privilegio que nos otorga nuestro Señor! Amén, así nos ayude Dios.
Muy edificante!